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Arboles muertos y mucha tinta

Especial ¡Ungawa!

Trágico safari

Trágico safari

Autor: “Alar Benet” (seudónimo de Juan Alarcón Benito)

Colección: Congo n° 3

Edita: Bruguera, Barcelona, 1955

 

Harry Lamborn es uno de los guías de safaris mas conocidos de la zona de Uganda. Cuando decide llevar a Alicia y Peter Collins a hacer unas mediciones a la jungla, no sabe en lo que se mete. Cuando unos misteriosos atacantes aniquilan su safari (sobreviviendo solo Harry, Alicia y la mano derecha del guía, Kalahari), Harry debe no solo sobrevivir en la peligrosa jungla, sino desentrañar la conspiración tras esa masacre. Una conspiración que involucra potencias extranjeras, espías y minerales radioactivos en la jungla. Todo eso, mientras hay un misterioso personaje ayudándolo y otro que lo quiere ver muerto. ¡Ah! Y con una relación en la que no sabe si Alicia es amiga o enemiga… pese a que ambos corazones empiezan a amarse…

A mediados de la década de 1950, con África todavía como un continente colonial – aunque ya se veía que llegaba la independencia – los clisés de la literatura de la jungla tenía suficiente tirón todavía para generar colecciones de cultura popular como la brugueriana “Congo”, del que está novela es el único ejemplo que tengo. Como corresponde aquí tenemos al típico Gran Cazador Blanco, que resuelve todos los entuertos, con los negros de comparsa. Reconozcamos eso sí que en este caso particular, es un Gran Cazador Blanco absolutamente carente de racismo: su mano derecha es una persona tan valiente, abnegado y compañero como él, solo que casualmente es negro. Y el color de la piel no delimita categorías de superioridad e inferioridad en la historia. En ese sentido, el autor merece mi respeto.

Hablando de éste, Juan Alarcón Benito parece ser o haber sido – no sé si vive o no – uno de esos todo terreno que trabajó tanto en televisión (en la serie Crónicas de pueblo, una serie española de los setentas que muchos adjudican como abanderada del tardofranquismo en su ideología, al menos eso leo en la Internerd) como escribiendo novelas, obras de historia y cosas de pseudociencia, entre otras cosas. Si alguien sabe más, pues bienvenido.

Ah y la tapa de Bosch Peñalva , una delicia al ojo.

Sin que vaya a cambiar la vida, fue una novelita entretenida.

Kaspa, el Hombre León (The Lion´s Way, 1931)

Kaspa, el Hombre León (The Lion´s Way, 1931)

Autor: C. T. Stoneham

Colección: Biblioteca Oro (serie Azul) nro. 166

Edita: Molino Argentina, Buenos Aires, 1941

 

En el casi inextinguible subgénero de los tarzanidas, Kaspa ocupa un lugar máso  menos privilegiado. Esto se debe principalmente a la versión cinematográfica del personaje, que dio a conocer a Larry “Buster” Crabbe como héroe de acción y rival de Johnny Weismüller en el área de los señores que se cuelgan de las lianas y andan en taparrabos.

Pero previamente Kaspa había sido el protagonista de esta novela (en la que la película está basada) escrita por Charles Thurley Stoneham, un británico que además de escribir, era naturalista y cazador profesional. El éxito de ella le permitió convertirse en un prolífico autor en las tres décadas siguientes, con éxito a ambos lados del Atlántico, para desaparecer a finales de los años sesenta, muriendo en Sudáfrica en 1965, luego de escapar de los movimientos independentistas de Africa.

Respecto al libro en sí sigue los parámetros típicos del género: niño muy chico criado por animales salvajes (en este caso, leones) desarrolla habilidades físicas casi sobrehumanas. Descubierto por los blancos, es capturado y reconvertido como ser civilizado. Por supuesto resulta que además es el heredero de una fortuna. No logra adaptarse totalmente a la civilización pero allí conoce a una mujer que le entusiasma y viceversa. Vuelve a la jungla, peor termina al final con ella siguiéndolo y ambos enfrentándose a ese mundo con un pie en cada lado. Como ven un argumento muy peor muy parecido al de las dos primeras novelas de Tarzan… y de incontables otras historias del subgénero.

En ese sentido compararlo con la serie de E.R. Burroughs es ilustrativo del problema inherente que hizo que, finalmente, este subgénero desapareciera casi totalmente. Porque, si uno compara las dos primera novelas de Tarzan con esta primera novela de Kaspa, estilísticamente Stoneham es mucho mejor autor, con personajes mucho mas matizados y menos clisés ambulantes que ERB y una prosa mucho más tersa. Y sin embargo le falta el elemento que hacía a ERB un éxito: la fantasía desencajada. Todo en Kaspa es –evitando la premisa de que a un niño lo críen los leones– completamente realista, tanto en sus descripciones como en las reacciones psicológicas de los personajes. Y justamente la carencia de civilizaciones perdidas, acciones imposibles y criaturas desconocidas reduce al final a la novela a algo banal, en donde al final todo gira a si Kaspa quiere o no a Magadalena y si cederá a los demás parientes o no la herencia. Creíble. Melodramático. NI siquiera tedioso (Stoneham escribe bien). Pero que genera poco entusiasmo, a diferencia de ERB que o lo amas o lo odias pero no te deja indiferente.

Hubo una segunda novela de Kaspa, llamada “Kaspa, the lion man” (así que ojo con confundirlas a ambas: pese al título en español esta es la primera de ellas). La vedad no me mata encontrarla. No ha sido una lectura horrible pero tampoco me genera particularmente entusiasmo este libro.

Bomba y los exploradores

Bomba y los exploradores

Titulo original: BOMBA THE JUNGLE BOY AND THE LOST EXPLORERS; or, A Wonderful Revelation (1930)

Autor: “Roy Rockwood” (probablemente John Duffield)

Colección: Robin Hood nº 114

Edita: Acme, Buenos Aires, 1957

 

Este libro cierra el primer ciclo de la serie de Bomba, el que finalmente responde las intrigas básicas desde le comienzo de la serie sobre el origen de Bomba, y cómo llegó a la selva amazónica. Y responde de la manera mas obvia posible: el padre termina cayendo en la selva, es rescatado por Bomba y al final se une a éste en el combate final contra los cazadores de cabezas del malvado jefe Nascanora. Sí, un “deus ex machina” que debería haber ocurrido cinco libros atrás para ahorrarme la lectura de la serie.

Pero bueno, al menos este libro funciona como cierre, sin dejar cabos sueltos en la búsqueda. Al fin descubrimos toda la historia de cómo los padres edieron a Bomba por obra y gracia de Japazy y como terminó con Cody Casson en medio de la selva. Y al final los malvados jíbaros son castigados, Nascanora cae a manos de Bomba y padre hijo y madre se reúnen para un happy ending.

Después vendría la segunda tanda de episodios con Bomba yendo a investigar al Africa, sacándole la única cosa que lo hacía diferente de Tarzan.

Igual, al tener un conflicto que debe resolverse sí o sí, este libro se hace mucho más entretenido de leer que las novelas  anteriores, donde claramente se está estirando la trama.

No voy a decir que sea un clásico ni mucho menos. Pero, solamente por ser el cierre de ciclo de un tarzanida que tuvo cierto éxito en su momento, el libro vale la pena.

 

Bomba en el pantano de la muerte

Bomba en el pantano de la muerte

Título original: BOMBA THE JUNGLE BOY IN THE SWAMP OF DEATH; or, The Sacred Alligators of Abarago (1929)

Autor: “Roy Rockwood” (probablemente John Duffield)

Colección: Robin Hood nº 82

Edita: Acme, Buenos Aires, 1955

 

Primero un dato curioso: esta novela salió primero en la colección Robin Hood que su inmediata antecesora, Bomba en el sendero del terror, dejando un error en la cronología interna de la serie que solo leyéndolas de corrido se subsana. Así que están avisados de la pifia.

Ahora respecto a la novela, tenemos a Bomba encontrando a unos médicos que andan buscando una planta que puede, convenientemente tratada, solucionar los problemas mentales de las personas… incluído Cody Casson, el anciano que crió a bomba y está medio gagá si lo miramos con un ojo solo. Por supuesto no creen en cualquier lugar de la jungla sino en un pantano repleto de caimanes y donde viven una tribu feroz y salvaje. Para que no sea fácil, vamos. En fin igual Bomba irá, conseguirá las flores, engañará a la tribu salvaje y conseguirá que hagan el remedio para que Casson al fin hable de su familia.

La resolución de esta saga se sigue estirando más y más, hasta la estulticia. En fin lo de siempre. Esto es para que lo lean nostálgicos del personaje y/o investigadores de la cultura pop de derribo. Como el que escribe este blog

Eso sí, las tapas ilustradas por Pablo Pereyra siguen apoteósicas ocmo siempre.

 

 

Bomba en el sendero del terror

Bomba en el sendero del terror

Titulo original: BOMBA THE JUNGLE BOY ON TERROR TRAIL; or, The Mysterious Men from the Sky (1928)

Autor: “Roy Rockwood” (probablemente John Duffield )

Colección: Robin Hood nº 96

Edita: Acme, Buenos Aires, 1958

 

Tras vencer a Japazy al final de Bomba en la Ciudad Abandonada, Bomba y su fiel acompañante Viern… perdón, Gibo, se dirigen rumbo a la aldea del jefe amigo Hondura, donde se encuentra su mentor, el semi demente Cody Casson. Bomba lleva con él un libro manuscrito de Japazy donde espera hallar alguna respuesta sobre su origen. Pero, desgraciadamente, su camino se desvía por un sendero más peligroso que día de elección en Haití. Por este sendero del terror se topará con jaguares, serpientes, caimanes, plantes que exhudan ponzoña y una tribu de caníbales que quiere merendárselo. Y, mientras avanza trabajosamente por la selva, verá pasar por su cabeza un avión, pilotado por dos hombres blancos que andan buscando a su compañero, perdido en la zona. Desde ya Bomba lo rescatará y ganará su gratitud, con rescate final vía avión (y miedo supersticioso de Gibo ante el artefacto, porque todo indio que se precie es supersticioso en las novelas de Bomba) de pro medio. Finalmente, llegará a la aldea de Hondura y Casson leerá el libro, descubriendo algo de sus padres (Andrew y Laura  Barton) y su nombre original: Bonnie Andy o “Bonny” Bartow. También que Japazy odiaba a los Bartow por un problema de celos y que, al llegar a Brasil en una gira algo pasó. Qué no se sabe porque , justo faltaban unas páginas, arrancadas en medio de la captura de Bomba por un caníbal desconsiderado. Pero bueno, de a poco las piezas del rompecabezas de la serie se van organizando y Bomba ya sabe u n poco más sobre su origen.

Desde ya que los mismos estereotipos racistas sobre los indígenas siguen perneando la narración y la historia es medianamente similar a los tomos anteriores. Pero al menos esta vez no termina el libro con un cataclismo natural y las pistas del libro sirven efectivamente para avanzar la intriga de la serie. Si, no es mucho, pero yo no espero a estas alturas demasiado de la saga.

 

Bomba en la ciudad abandonada

Bomba en la ciudad abandonada

Título original: BOMBA THE JUNGLE BOY IN THE ABANDONED CITY; or, A Treasure Ten Thousand Years Old (1927)

Autor: “Roy Rockwood” (aparentemente John Duffield)

Colección: Robin Hood

Edita: Acme, Buenos Aires, 1955.

 

Hace ya varios años, dentro del Especial ¡Ungawa! de esta página, hice una extensa nota sobre Bomba el Niño de la Selva. En ese momento no tenía todas las novelas (de hecho me siguen faltando varias). Encontré algunas más desde entonces y, aprovechando que me han pedido hacer una nota larga sobre este personaje, me he sentado a leerlas. Voy a saltarme la explicación del personaje y que pasa en términos generales en la saga, que para eso está lo que escribí años atrás. Es solo cuestión de seguir el link y leer lo que escribí antes.

Esta es la quinta novela de la serie, tras Bomba el Niño de la Selva, Bomba en la Montaña Movediza, Bomba en la Catarata Gigante y Bomba en la Isla de los Jaguares. Tras que ésta última terminara literalmente hundiéndose víctima de un terremoto – regla de oro de toda novela de Bomba: tiene que haber como mínimo una catástrofe natural en cada novela, sea terremoto, inundación o erupción volcánica en la selva – Bomba salva de la muerte al único otro superviviente del poblado, un nativo llamado Gibo. Que se convertirá en su fiel y servil ayudante, con acento en servil. Porque otra regla de oro de esta serie es que los indígenas son siempre inferiores, serviles, supersticiosos y, si son buenos, reconocen la innata superioridad blanca de nuestro niño selvático favorito. Así que Gibo se convierte rápidamente en su Viernes particular, al que Bomba rescata en toda la historia una y otra vez de fieras salvajes. Que las hay por doquier, listas para atacar en todo momento a Bomba y Gibo e impedirles el viaje. Pumas, jaguares, monos salvajes, serpientes, cerdos salvajes: todos estan listos esperándolos para atacarlos.

Porque ambos se encaminan en búsqueda de una ciudad abandonada donde todos los edificios son de oro, que es donde se encuentra le malvado mestizo Japazy, quien es el que puede contarle a Bomba sobre sus orígenes y sus padres. Porque éste está obsesionado con saber quienes son los progenitores blancos y por que lo dejaron en medio de la selva. Desde ya que llegan e intentan hablar con Japazy, pero , cómo éste es un tipo malísimo – como buen mestizo, porque , claro, es una criatura antinatural, ni inferior como los indios ni superior como los blancos así que evidentemente es un monstruo malvado – no dirá mucho y , después, al capturarlos, los quiere matar. Pero ambos se escapan y, ayudados por el siempre ubicuo terremoto de cada novela, hacen que Japazy caiga por un precipicio hacia su muerte. Eso sí, dejando un cuaderno escrito que puede que tenga más pistas sobre los orígenes de Bomba (y así continuar la saga). Fin

Desde ya, si obviamos el racismo omnipresente, y todas las coincidencias de las que hablamos en la reseña, la novela es entretenida en tanto aventura juvenil. Claro, si pensamos en chicos a los que todo estos “peros” no les importen. Diría que hoy día se hace inviable revivir al personaje.

 

COLGADOS DE LA LIANA. EL BLOG

COLGADOS DE LA LIANA. EL BLOG

Mientras este blog sigue en el freezer, he decidido completar la enciclopedia de clones de Tarzan que empecé aquí hace ya tiempo. Así que, para una nueva versión más completa de Colgados de la liana, solo vayan sigan el link:

http://colgadosdelaliana.wordpress.com/

Disfruten

Llegando los monos

Llegando los monos

King Kong, Rey de la Isla Calavera (Kong: King of Skull Island, 2004)

Autores: Joe de Vito, Brad Strickland y John Michlig
Edita: Booket, Buenos Aires, 2005

Primero que nada, ¡Feliz Dia Internacional del Traje de Gorila!.
El año antepasado esta magna efeméride fue celebrada por este blog (y por muchos más) a todo culo. El año pasado, por cuestiones personales no pude postear nada ese día. Este año, no quería dejarla pasar pero sin embargo tampoco me quería comprometer a hacer algo tan gloriosamente excesivo ocmo lo que había hecho hace dos años. Eso sin contar sobre qué hacer sin repetirme.
Por las gracias del destino recordé este libro, comprado hace unos meses en el viaje a Buenos Aires de saldo. Que llenaba todos los requisitos de este blog: novela que no dejará una marca en la historia de la literatura, que sin embargo es sobre gorilas (más específicamente sobre EL GORILA POP POR EXCELENCIA) y que merecía una reseña medianamente seria que nadie más le hará.
La historia surgió como un proyecto de Joe De Vito, escultor especializado en personajes de comiccs y pulps que además es un ilustrador bastante conocido. El tipo, fascinado con la historia de King Kong desde chico, decidió escribir la continuación, obviando eso sí a Son of Kong, la continuación que Merian Cooper hizo de su propia película. Así que consiguió a Brad Strickland, y a John Michlig y armó una suerte de novela profusamente ilustrada que la editorial Dark Horse publicó en su momento. Por supuesto esta edición española es de bolsillo y no tiene una puta ilustración con lo que solo tenemos para sustentar el relato la narración de los autores.
Que vamos a ser dicho, es básicamente una fan ficción autorizada legalmente por los herederos de Cooper. Veinte años después de lso acontecimientos de la película, Vincent Denham, el hijo de Carl Denham, vuelve a la Isla Calavera para saber qué sucedió con su padre – que desapareció tras llevar de regreso consigo el cadáver de Kong a su tierra natal -, acompañado del ya maduro Jack Driscoll. Tras la desaparición de Vincent en la selva, la historia se divide básicamente en dos: por un lado tenemos a Driscoll esquivando dinosaurios por la selva como si no hubiera hehco nada en los anteriores veinte años y por el otro un accidentado Vincent que es curado por la Narradora, bruja local que le va contando la historia de cómo Kong se volvió King Kong a fines del siglo XIX y detallando un poco la sociedad nativa de la isla (con lo que el libro es tanto precuela como secuela).
El libro tiene le defecto de saltar demasiaod de atrás para adelante sin demasiada lógica, lo que hace que la historia se haga confusa innecesariamente. Además (como le pasa a la fan ficción) si uno no conoce la película original se aburrirá como una ostra. Por otro lado, si les gusta la película, se divertirán descubriendo los datos desconocidos de la Isla calavera (como pasa con toda buena fan ficción).
O sea, para resumir, si no les interesa king kong, déjenlo pasar. Si por el contrario les interesa Kong pueden pasar un rato agradable, aunque no esperen nada del otro mundo.

Colgados de la liana: Kioga

Colgados de la liana: Kioga

Blue Book Magazine era uno de los pulps más importantes y de mayor circulación durante la década de 1930. Entre abril y octubre de 1935, William L. Chester publicaría allí Hawk of the Wilderness, la primera de las cuatro aventuras protagonizadas por Kioga, el Halcón de la Nieve.

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La historia empieza con el doctor Lincoln Rand, su esposa helena y su amigo indio, el iroqués Moyuki, naufragando en el Artico en una extraña tierra rodeada de volcanes con un microclima particular que la volvía templada y habitable (sí, otro mundo perdido). Allí serían ayudados por los Shoni, una tribu nativa de la zona que descendían de indios americanos. Los Rand comienzan a vivir con los Shoni y tienen un hijo, Daniel. Pero un malvado médico brujo enemigo de los Rand consigue que una tribu enemiga los mate. Daniel es entonces adoptado por Moyuki y su esposa Awena y recibe el nombre de Kioga. Más tarde, el joven Daniel es expulsado de la tribu y obligado a vivir por su cuenta en la tierra salvaje... lo cual hace admirablemente, convirtiéndose en un excelente luchador. Se hace amigo de Aki, un cachorro de oso y de su clan y más tarde de Mika, un puma ártico de piel plateado, que será su mascota. Obviamente con el tiempo Kioga se vuelve el rey de los osos, vuelve a su tribu, vence al medico brujo, recupera la confianza de los Shoni y se vuelve su jefe de guerra. Y, para completarlo, en un momento salvará de marineros amotinados a una joven americana llamada Beth Lasalle, a la que han abandonado en la zona, que, claro está se convierte en su Jane.

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Tras Hawk of the Wilderness, habría tres historias más de Kioga: Kioga of the Wilderness, publicada en 1936, One against the Wilderness, en 1937 y Kioga of the Unknown Land de 1938. Las novelas serían décadas despues reeditadas como paperbacks en cuatro libritos. Pero sin que hubiese más material.

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Kioga tendría también una adaptación como serial cinematográfico en 1938. En ese año los estudios Republic (EL estudio a la hora de hacer seriales cinematográficos) lanzaría Hawk of the Wilderness, serial basado levemente en la novela original del personaje. Dirigido por William Witney y John English (para muchos críticos los mejores directores de seriales de todos los tiempos) y protagonizado por Hermann Brix (conocido años despues como Bruce Bennett), que había protagonizado anteriormente a Tarzan en la única experiencia cinematográfica producida por el propio E. R. Burroughs, el resultado es (como es de esperarse en un serial de republic) una historia llena de acción, con buenas actuaciones, valores de producción muy buenos y un guión respetable por su calidad. El propio Brix (veterano del cine de bajo presupuesto) consideraba que era uno de os mejores seriales en los que había actuado. En 1966, el serial fue reeditado para TV y proyectado como Lost Island of Kioga. Para que tengan una idea de cómo era (y gracias a la maravilla que es YouTube) acá tienen un fragmento del serial. Disfrutenlo.

Colgados de la Liana: Ki-Gor

Colgados de la Liana: Ki-Gor

Generalmente las imitaciones de Tarzan nunca duraron mucho tiempo. Tras un par de apariciones, el personaje se desvanecía en el limbo para no volver mas.
Pero siempre hay excepciones a la regla. Como es el caso de Ki-Gor.


Ki Gor apareció por primera vez en el número de invierno de 1939 del pulp Jungle Stories de la editorial Fiction House. Esa primera novela fue escrita por John M.Reynolds, bajo el seudónimo (que pertenecía legalmente a la empresa, tal como pasaba con el "Roy Rockwood" de Bomba) de John Peter Drummond. Por supuesto el resto de las novelas tambien estarían firmadas por Drummond, pero fueron escritas por otros autores. Y no fueron pocas: hubo un total de 59 novelas, con Ki-Gor sobreviviendo hasta enero de 1954. Si además consideráramos (como hacen muchos investigadores, aunque yo no) que el Kaanga de las historietas (que salía en un comic book de Fiction House) es el mismo personaje, cuyo nombre fue cambiado Dios sabe por qué decisión editorial, tenemos a una de las copias más exitosas del Rey de la Jungla.

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Lo curioso es que Ki-Gor es casi indistinguible de Tarzán (y hablamos de un subgénero no particularmente repleto de personajes originales, que digamos). Ki Gor es Robert Kilgour, el hijo de un misionero escocés que muere en Africa. Ki Gor se cría solo en la jungla, aprende a dominar a los animales de la selva, salva a la aviadora Helene Vaughn de un accidente en la jungla para convertirla en su Jane particular y se enfrenta a la misma clase de rivales que aparecen en las novelas de Burroughs (nativos salvajes, gorilas, dinosaurios, traficantes de esclavos árabes, civilizaciones perdidas, etc.). De hecho, la principal diferencia que parece haber entre ellos es que Ki Gor es rubio y de ojos grises, mientras que Tarzan es de pelo negro.
Otra diferencia es que Ki Gor tiene dos amigos cercanos aparte de Jane. Uno es Timbu George, un antiguo cocinero de barco que termina convertido en el jefe de la tribu M’Bala de los Masai. El otro es N’Geeso, el pigmeo jefe de la tribu Kazamila. Este par de ayudantes están continuamente discutiendo entre ellos, concepto robado a Doc Savage, que tiene un par de ayudantes similarmente malencarados entre sí , como es el caso de Monk y Ham. Para que no digan que robaron de un solo lado.

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Tras su desaparición de los pulps, Ki Gor quedó en el limbo por años sin tener una mínima reimpresión. De hecho el personaje cayó en el dominio público, con lo que cualquiera puede reimprimir sus historias y escribir nuevas con él como protagonista... cosa que ya ha empezado a ocurrir de la mano de Wildcat Books. Y de hecho, haciendo una búsqueda rápida en Google, se van a encontrar con unas cuantas novelas de Ki Gor en formato digital (y en inglés) para que puedan disfrutarlo si les interesa seguir investigando sobre el personaje.

Colgados de la liana: Kid Chameleon

Colgados de la liana: Kid Chameleon

Si hay un animal que no me imagino criando a un humano es un camaleón.
Pero, de acuerdo con esta serie británica así ocurrió en este caso.
Resulta que un chico sobrevivió a un accidente de avión en el desierto de Kalahari. Allí, para ayudarlo a sobrevivir, los lagartos lo lamieron tanto que le dejaron una suerte de piel que lo protegía de pies a cabeza y le daba las habilidades de un camaleón (o sea poder camuflarse sin que nadie lo pudiera ver). El chico se crió en el desierto, haciéndose amigo de los reptiles y, al llegar la adolescencia, descubrió, con la ayuda de un bosquimano, que sus padres no habían muerto accidentalmente sino que alguien los mató arriba del avión. Así se pasó el resto de su carrera tratando de encontrar al culpable. Por supuesto en medio del camino ayuda a la gente que lo necesita. Luego de encontrar y castigar al culpable, retorna al Kalahari a vivir feliz con sus amigos reptiles.
La serie fue creada por el guionista Scott Goodall (que también escribió Fishboy, otro chico criado por animales improbables) y el dibujante Joe Colqhoun para la revista británica Cor!. La serie se publicó entre los números 1 y 98 (6 de junio de 1970 – 15 de abril de 1972).

Colgados de la Liana: Keeto, the Jungle Boy

Este es un personaje oscuro si los hay
Apareció dos veces. Incluso no estoy seguro que sea le mismo personaje, ya que la Grand Comic Book Database (unica fuente donde hay algo de información sobre él) lista dos apariciones pero en una dice que es su única aparición.
En enero de 1942, en el número 43 de Crackajack Funnies de la Dell Comics apareció Keeto en una historia de 12 páginas que, según el que indició la revista es la única aparición. No se conocen los autores.
Dos años después, en diciembre de 1944 y enero de 1945, en el número 6 de Animal Comics (tambien de la Dell), en una historia escrita y dibujada por Tom Hickey, aparece Keeto, como un huérfano humano criaod por Trufa. Aparentemente es una historia altamente derivativa del Libro de la selva de Kipling.
¿Qué ambos personajes se llamen Trufa será casualidad o será el mismo? ¡será una reimpresión de la primera historia la segunda? ¿Serán dos apariciones diferentes del mismo personaje?
La verdad, no lo se con certeza.
Lo único que puedo asegurar es que tras estas dos apariciones, Keeto desapareció de la faz del comic en todo sentido.

Colgados de la Liana: Ka-Zar (II)

Colgados de la Liana: Ka-Zar (II)

Luego que descubrieron que traer antiguos héroes de la Golden Age (como Captain America y Namor) a sus series les daba un sentido de continuidad en el tiempo a sus historias (por no hablar de tener personajes con copyright a los que nada había que agregarle), Stan Leey Jack Kirby siguieron trayendo en sus historias para la Marvel antiguos personajes de la Golden Age de manera limitada. Así en el número 10 de la primer serie de X Men, con fecha de marzo de 1965, aparecería de nuevo, tras años de olvido, Ka-Zar.
Bueno, hasta ahí nomas, en realidad.

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Es que este Ka-Zar solo tenía en común con el Ka-Zar marveliano de la Golden Age solo el nombre, su crianza con un tigre en una selva salvaje y ser básicamente un buen salvaje con la perfección fisica innata, como buen clon de Tarzan. Lo demás era bastante diferente, lo suficiente para hablar de dos personajes completamente diferentes.
El nombre real de este segundo Ka-Zar es Kevin Reginald Plunder. A diferencia del plebeyo Ka Zar anterior, este tiene título nobiliario: su padre era el Lord Robert Plunder, noble inglés que descubrió en la Antártida la Tierra Salvaje, un protegido lugar tropical que alberga criaturas prehistóricas de todo tipo (con lo cual no solo le robaron a Burroughs Tarzán de los Monos sino también The Land That Time Forgot... que, bueno, era a su vez un robo de El Mundo Perdido de Arthur Conan Doyle, con lo que estamos a mano).

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Por supuesto, una vez allí Lord Robert descubrió algo muy valioso (un metal de deshace todos los metales), llevó a esconder a su joven hijo allí y fue ultimado por goril... perdón, por monos-hombres (criaturas humanoides de esa tierra) dejando a su hijo pequeño abandonado en la selva. Por suerte , el tigre dientes de sable mutante (o sea con inteligencia casi humana, aunque en realidad un tigre dientes de sable mutante debería ser un tigre actual si lo pensamos bien) Zabu (no, Sabu, no) decidió protegerlo antes que masticarlo con lo que le pequeño Kevin crecería hasta convertirse de adulto en Ka-Zar (el "hijo del tigre" en idioma tierrasalvajeño o como se llame allí), protector de esa tierra y blah blah blah. Con el tiempo ganaría un archienemigo, the Plunderer (su hermano, que quiere a toda costa poseer el dichoso anti metal), se casaría con Shanna, the She Devil (clon marveliano de Sheena, de la que hablaremos en su momento), vería destruirse la Tierra Salvaje en un cataclismo, iría a vivir a Nueva York y volvería a la tierra Salvaje , resucitada por el High Evolutionary.

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Ka Zar se iría convirtiendo en personaje conocido del Universo Marvel, llegando a la categoría de secundario siempre al borde del estrellato pero sin alacanzarlo. O sea, no es que no haya tenido chances para protagonizar su propia serie.

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De hecho tuvo cuatro series regulares. La primera fue en la revista Astonishing Tales (primer número de agosto de 1970), revista que compartía con el Doctor Doom durante los primeros ocho números, para luego ser la estrella indiscutible hasta el número 20 octubre de 1973. En ese paríodo lo escribieron Stan Lee, Gerry Conway, Roy Thomas, Gary Friedrich y Mike Friedrich. Y lo dibujaron Jack Kirby, Barry Windsor-Smith, Herb Trimpe, John Buscema, Gil Kane, Neal Adams, Rick Buchler, Dan Adkins, Jim Starlin, Marie Severin y Werner Roth. Lo que se dice, la consistencia de equipos creativos...

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La desaparición de Ka-Zar de Astonishing Tales fue porque se graduó a su título propio que comenzó en enero de 1974 y duraría 20 números (hasta febrero de 1977). Escribieron a Ka-zar en ese período Mike Friederich, Gerry Conway y Doug Moench. Y lo dibujaron Paul Reinmann, Don Heck, John Buscema, Alfredo Alcala, Sonny Trinidad, Russ Heath, Larry Hamay Val Mayerik. Como ven el juego de las sillas siguió, redundando en que el personaje no consiguiera más público.

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En 1981, tendría una nueva oportunidad con Ka-Zar the Savage, que comenzaría en abril de 1981 y terminaría con el número 34 en octubre de 1984. Esta serie tendría la peculiaridad de ser una de las primeras que Marvel ofrecería al entonces naciente mercado de venta directa (o sea tiendas de comics). Y en parte por ello sería la encarnación más estimada por los fans de Ka-Zar. La otra razón es que tuvo al fin un equipo consistente al inicio: Bruce Jones(del 1 al 28) y Mike Carlin (del 28 hasta el final) en guión. Durante el período de Jones solo hubo tres dibujantes: Brent Anderson(el más recordado de todos), Armando Gil y Ron Frenz. Luego colaborarían en los dibujos Mel Candido, Mike Hernandez, Mary Wilshire, Ricardo Villamonte, Paul Neary y Marie Severin,

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Por fin, la última vez que Ka-Zar tendría su propio título seria en mayo de 1997, escrito por Mark Waid (quien la escribiría hasta el número 14) y dibujado por Andy Kubert. La serie duró por 20 números (asta diciembre de 1998) y tambien dibujarían Pino Rinaldi, Louis Small jr., Aaron Lopresti, Kenny Martinez y Anthony Williams.
Luego de Waid, guionizarían Crhistopher Priest y James Felder.
Hoy por hoy, sin serie, Ka-Zar cumple el destino de todo personaje de segunda fila de Marvel lo suficientemente importante para no ser aniquilado en alguna historia pero no lo bastante importante para tener título propio: la aparición como invitado en alguna revista. Todavía lo veremos pro un largo tiempo pululando por las páginas de ese universo, se los garantizo.


Colgados de la Liana: Ka-Zar (I)

Colgados de la Liana: Ka-Zar (I)

David Rand tenía tres años cuando viajaba en avión sobre el África junto a sus padres John (dueño de una mina de diamantes en el Transvaal) y Constance. En medio de la selva del Congo, el avión se estrelló. La familia sobrevivió al accidente pero la pierna herida de Constance impidió que pudieran hallarlos las partidas de rescate. Mas tarde, Constante murió de unas fiebres y John recibió un golpe al caer un árbol que lo dejó disminuído mentalmente (como el Casson de Bomba el Niño de la Selva) y, además perdiera la voluntad de salir de la jungla y volver a la civilización. Así David se crió como un típico niño "pulp" de la selva.
Un día, David salvó de la muerte a Zar, el león, lo que le ganó la eterna amistad del felino.

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A los 13 años, un buscador de tesoros mató a John Rand. David se fue a vivir a la cueva de Zar y poco a poco fue conocido pro los nativos como Ka-Zar ("el hermano de Zar"), guardián de la jungla reconocido y respetado por todos.
En sus historias, Ka-Zar se enfrentaría a exploradores malvados, ayudaría a exploradores buenos, pelearía contra nazis, tribus malvadas, criaturas semihumanas y hasta construiría un arca para soportar las gigantescas olas que Namor the Submariner enviaría a su reino selvático en medio de una descomunal pelea entre éste y the Human Torch. En uno de estos encuentros, un brujo nativo le daría una poción que le garantizaría fuerza sobrehumana. También en le curso de sus aventuras vengaría a us padre capturando a su asesino y recuperaría las minas de diamante que le correspondían por herencia.

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Posiblemente nadie recordaría a Ka-Zar sino fuese parte del a historia de Marvel Comics. El personaje apareció por primera vez en 1936, en el pulp Ka-Zar de la Manvis Publications Inc., que editaba Martin Goodman. Escrito por Robert Byrd, del pulp sobrevivió solo por tres números, con las historias King of Fang and Klaw (la pueden leer en inglés yendo aquí), Roar of the Jungle y The Lost Empire. En este artículo pueden ver las tapas.
Pero en 1939, Goodman probaría suerte con un nuevo formato de publicación: el comic book. Así aparecería el primer número de Marvel Comics (nov. 1939). Allí, entre las primeras historias de Namor, the Human Torch y The Angel, un resucitado Ka-Zar volvía, en historietas dibujadas por Ben Thompson.
Ka-zar duró hasta el numero 27 de Marvel Mystery Comics (enero 1942), continuación directa de Marvel Comics. También aparecería en el número 5 de Human Torch Comics (fall 1941). Luego se desvanecería hasta los años sesenta, en que lee y Kirby retomarían el nombre, si bien no el personaje (como explicaremos en la próxima entrada).
De hecho, durante años la Marvel concientemente eliminó de su universo a David Rand, si bien recientemente parece haberlo reincorporado como parte de éste.

Gorilla and the Maiden

Sin palabras... excepto, ¡que alegría que Something Weird llegue a You Tube!

NO comment... except, ¡it is great to have Something Weird on You Tube!

Disfruten. Enjoy.

Colgados de la liana: Kazanda

Colgados de la liana: Kazanda

Creada por Peter Amos (guionista) y Ted Brodie-Mack(dibujos) para el mercado australiano, Kazanda es una tarzanida que vive en el Continente Perdido y que (aparte de las típicas habilidades de todo personaje de este tipo) tiene habilidades psíquicas, pudiendo hacer crecer plantas con su mente o mover cosas. Puede también conseguir ayuda de animales. Su principal enemigo es Sylf, un hombre con poderes similares.
Kazanda fue publicada en Estados Unidos en varios números de la revista Ranger Comics de la compañía Fiction House.

Colgados de la liana: Kara, The Jungle Princess

Colgados de la liana: Kara, The Jungle Princess

Una de las innumerables copias de Sheena, Kara apareció en el número 39 de Exciting Comics de la compañía Nedor (también conocida como Better), en julio de 1945. Su creador y único dibujante fue Al Camy, quien la dibujó durante toda su carrera… no muy extensa porque solo aparecieron sus historias hasta le número 49 (julio de 1946) de Exciting Comics, más una última aparición en Fighting Yank n° 21 en agosto de 1947. Nunca más se supo de ella.
Gracias a la red, pueden leer un episodio de esta chica. Solo tienen que saber inglés y seguir el siguiente link.

Colgados de la Liana: Kalthar

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El papá de Kalthar salvó a los urganos de que se los llevaran los traficantes de esclavos árabes. Desgraciadamente murió tras salvarlos. Los urganos decidieron proteger a su hijo, criándolo como uno de ellos. De mayor, Kalthar (que en urgano significa "Dios Hijo") se convirtió en su jefe en el típico habitante de estas páginas, blanco, rubio y de taparrabos. La principal diferencia con otros tarzanidas es que , gracias a la magia urbana, puede tomar un grano verde que lo hace crecer hasta 4 metros y medio.
Kalthar apareció en el número 1 de Zip Comics de la compañía MLJ (mas tarde Archie Comics) en febrero de 1940. Lo escribió Harry Shorten y fue dibujado por Lin Streeter (los siete primeros episodios) e Irv Novick (los dos últimos).
Kalthar duró solo hasta el número 9 de esa revista (en noviembre de 1940). De allí en más se desvaneció en la Jungla de los Tarzanidas Olvidados.

Colgados de la liana: Kalar

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A diferencia de la mayoría de los tarzanidas, Kalar no llegó a la selva de niño sino bien crecidito.

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Jean Calard acababa de terminar sus estudios en Paris cuando recibió un mensaje de su tío, millonario buscador de diamantes, para que lo vaya a ver a Tunez. Al llegar, descubrió que su tío había sido asesinado. Investigando, se subió a un avión. Que, ¡oh, casualidad!, se estrelló. Salvado milagrosamente, Calard terminó en la selva , ayudado pro una tribu africana, quienes lo rebautizaron como Kalar ( que en otra de esas casualidades maravillosas que nos trae el comic a veces significa en el idioma nativo "Dios"). Con ellos, Kalar aprendió a vivir y a querer a la jungla.

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Tras resolver el asesinato de su tío, Kalar prefirió quedarse en la selva como su protector. Su ayudante se llama Sambo y tiene un chimpancé llamado Gub. Su enamorada es una doctora llamada Pamela White que se encarga del hospital local.
Otra diferencia con los compañeros de rubro es que Kalar no anda por ahí con el puro taparrabo. Vistiendo más lógicamente que el promedio, lleva la típica ropa que usan los cazadores y exploradores en la selva.
Kalar es la creación más importante de Tomás Marco Nadal, dibujante español que empezó en su país natal para seguir trabajando principalmente para Francia a partir de la década de 1960. La editorial francesa Imperia comenzó a publicarlo en noviembre de 1963 y siguió hasta mayo de 1986, haciéndose un total de 232 números, casi todos de Nadal, excepto unos treinta dibujados por Rafael Mendez y algunas tapas hechas por Juan Vilajoana.

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El dibujo detallado y cuidadoso de Nadal alcanzó su apogeo en esta obra. Tanto fue así que en 1980 salió en Francia una edición limitada con las mejores ilustraciones de Nadal que se tituló "Le Bestiaire de Kalar"
Además de en su país originario, Kalar se publicó en España, Brasil, México y hasta en Japón.

Colgados de la Liana: Kaanga

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De todos los clones de Tarzan, definitivamente Kaanga ha sido uno de los más exitosos aparecidos exclusivamente en los comics. Lo cual no deja de ser curioso porque, en realidad parece haber sido un clon de segunda generación. Es que para muchas fuentes el personaje era una copia de Ki- Gor, un personaje de pulps que a su vez copiaba a Tarzan. Ki-Gor era publicado por la editorial Fiction House que en 1938 comenzó su línea de comics y para 1940 lanzaba el primer número de Jungle Stories, revista dedicada específicamente a héroes y heroínas colgados de la liana. Y Kaanga fue el principal personaje de la revista durante toda su larga carrera. Lo que resulta curioso es por qué no usaron como nombre a Ki-Gor si el personaje era un éxito en los pulps para publicitar la revista. Sobre todo, teniendo en cuenta que los personajes eran casi iguales.
Kaanga fue criado de chico por monos luego que sus padres fueran masacrados en una expedición en el Congo (típico). Por supuesto así adquiere todas las habilidades que los criados por los monos adquieren (típico). Más grande conoce a algunos humanos y aprende inglés (típico).

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En el primer número de sus aventuras, rescata a Ann Mason del traficante de esclavos Bill Blacton y Ann se convierte en su Jane particular (típico), a la que rescata más seguido de lo imaginable (típico) y que termina usando un traje de piel de leopardo (típico). De hecho lo único no típico de Kaanga es que tiene el pelo rubio en vez de oscuro.

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Kaanga vivió aventuras en todos los 163 números de Jungle Comics desde enero de 1940 hasta el verano de 1954. Tambien tuvo 20 números desde 1949 hasta 1954. De hecho su carrera terminó junto con la línea de comics de Fiction House. Luego, fuera de algunos reprints piratas en los sesenta y algunos autorizados hechos en los ochentas y noventas por la AC Comics, Kaanga no ha vuelto a aparecer.
Y es una lástima porque hubo buenos artistas dibujándolo. Gente como Alex Blum(creador de la primera historia del personaje), Maurice Whitman, Rafael Astarita, Nick Cardy, Art Saaf y John Celardo(que con esto se ganó el trabajo posterior de dibujar Tarzan) fueron algunos de los que dibujaron a este tarzanida refritado que le fue más que bien en su momento.